Se encontraron decenas de miles de pinturas rupestres de 12,000 años de antigüedad pertenecientes a la civilización del Paleolítico Superior, pintadas en las paredes de la Amazonía.bd

Los arqueólogos del proyecto ERC LASTJOURNEY han descubierto espectaculares pictografías rupestres en tres refugios rocosos separados en el Departamento de Guaviare de Colombia. Los dibujos, realizados hace aproximadamente 12,600 y 11,800 años, proporcionan evidencia de que los primeros habitantes de la selva amazónica vivieron junto a animales extintos de la Edad de Hielo como perezosos gigantes y mastodontes.

Profesor Iriarte en el sitio arqueológico de Cerro Azul en la Serranía La Lindosa, Colombia. Crédito de la imagen: Universidad de Exeter.

“Estas son imágenes realmente increíbles, producidas por los primeros pueblos que vivieron en la Amazonia occidental”, dijo el Dr. Mark Robinson, arqueólogo del Departamento de Arqueología de la Universidad de Exeter.

“Se mudaron a la región en un momento de cambio climático extremo, que estaba provocando cambios en la vegetación y la composición del bosque”.

“El Amazonas todavía se estaba transformando en el bosque tropical que conocemos hoy”.

“Las pinturas dan una visión vívida y emocionante de las vidas de estas comunidades”, dijo.

“Hoy nos resulta increíble pensar que vivieron y cazaron entre herbívoros gigantes, algunos de los cuales eran del tamaño de un automóvil pequeño”.

Ejemplo de pinturas rupestres de Cerro Azul que muestran varios motivos: (a) antropomorfos, (b) manos, (c) zoomorfos, (d) geométricos, (e) plantas.

El Dr. Robinson y sus colegas del proyecto LASTJOURNEY encontraron las pinturas antiguas en tres refugios rocosos en los sitios arqueológicos de Cerro Azul, Limoncillos y Cerro Montoya en la Serranía La Lindosa, en el extremo norte de la Amazonía colombiana.

Los cuadros de color rojo intenso se dibujaron con pigmentos minerales, en particular ocre, que les confiere su característico color terracota rojizo.

Fueron producidos durante un período de cientos, o posiblemente miles, de años.

Los motivos más abundantes registrados por el equipo son los antropomorfos, los zoomorfos y los geométricos y vegetales.

Muchos de ellos representan escenas rituales y de caza, mostrando a humanos interactuando con plantas, animales del bosque y de la sabana.

Entre las figuras zoomorfas más abundantes se encuentran venados, dantas, caimanes, murciélagos, monos, tortugas, serpientes y puercoespines, entre muchas otras.

Es importante destacar que las pinturas rupestres representan lo que parece ser megafauna extinta de la Edad del Hielo.

Incluyen imágenes que parecen parecerse a perezosos gigantes, mastodontes, camélidos, caballos y ungulados de tres dedos con trompa.

Megafauna de la Edad del Hielo mostrada en las pictografías de la Serranía La Lindosa, que incluye: (a) perezoso gigante, (b) mastodonte, (c) camélido, (d, e) caballo, (f) ungulado de cuello largo y tres dedos con trompa.

En el momento en que se realizaron los dibujos, las temperaturas estaban aumentando, iniciando la transformación del área de un paisaje mosaico de sabanas irregulares, matorrales espinosos, bosques de galería y bosque tropical con elementos montanos al bosque amazónico tropical de hoja ancha de hoy.

Los refugios rocosos de Cerro Azul, Limoncillos y Cerro Montoya están lejos de los asentamientos y senderos modernos, pero eran conocidos por algunas comunidades locales, quienes ayudaron a los investigadores a explorarlos.

“Estas pinturas rupestres son una evidencia espectacular de cómo los humanos reconstruyeron la tierra y cómo cazaban, cultivaban y pescaban”, dijo el profesor José Iriarte, también del Departamento de Arqueología de la Universidad de Exeter.

“Es probable que el arte fuera una parte poderosa de la cultura y una forma para que las personas se conectaran socialmente”.

“Las imágenes muestran cómo la gente habría vivido entre animales gigantes, ahora extintos, que cazaban”.

El descubrimiento se describe en un artículo publicado en la revista Quaternary International.