Formar un vínculo extraordinario con osos huérfanos es verdaderamente conmovedor.
Con cuidado tierno y paciencia, proporcionan un entorno de crianza donde los osos pueden sanar del trauma emocional de perder a sus familias.
A medida que los días se convierten en semanas y las semanas en meses, la conexión del defensor con los osos se profundiza. Pasan innumerables horas observando los comportamientos de los osos, aprendiendo sus personalidades únicas y ofreciendo consuelo en tiempos de angustia.
A través de interacciones suaves y el sonido calmante de su voz, el defensor crea una sensación de seguridad para los osos, ayudándolos a encontrar consuelo en medio de la adversidad que han soportado.
Desde su llegada al centro hace casi diez años, estos cuatro han desarrollado una relación muy fuerte y única con su cuidador.