En la naturaleza, cada día es una batalla de vida o muerte, no sólo para los depredadores sino también para las presas. Bajo el vasto cielo de la vasta estepa, el león, el rey de las bestias, a menudo se considera un símbolo de fuerza y poder supremos. Sin embargo, no todas sus cacerías tienen éxito y, en ocasiones, el peligro proviene de la presa que pretenden capturar. Situaciones en las que los leones fracasan en sus salidas de caza.
Cuando el antílope atacó con su escorpión de cuernos altos, fue ferozmente repelido por el tambor.En otra situación, la presa estaba casi bajo control, pero no, usó sus afilados cuernos para atacar al león, esa escena fue muy dolorosa. El león tuvo que huir tras ser apuñalado por la espalda.
En una tarde soleada, dos leonas cazaron silenciosamente a sus presas. Pero de repente, de la nada, el búfalo macho se giró y contraatacó. El líder de la manada, con enormes cuernos como un par de guadañas mortales, apuntaba directamente al cazador.
En otra pradera, un ñu, al descubrir la silueta de un cazador, no entró en pánico sino que mostró resistencia. Se quedó quieto, escuchando y observando. Cuando la leona se acerca, de repente se lanza hacia adelante, usando su cuerpo sólido y sus cuernos para repeler al enemigo.
La lucha entre depredador y presa ya no es una simple persecución, sino que se convierte en una tensa y feroz batalla de ingenio y fuerza.
Estas situaciones no son sólo luchas por la supervivencia sino también lecciones de resiliencia y coraje. En el mundo salvaje, la vida siempre pende de un hilo frágil, y ya sea cazador o presa, cada criatura debe luchar todos los días por el derecho a existir en esta tierra.