Cambiar a través del amor! Este es un perro abandonado con el cuerpo enfermo. El perro está encadenado por el frío, la soledad y la desesperación. bd

Esta es una foto de un perro abandonado y nadie se queda solo. Pasó toda su vida encadenado al frío, perdiendo toda fe en la humanidad.

 

Sus ojos se llenaron de simpatía cuando vio al pobre perro. Se acercó con cuidado, dejó un cuenco de agua fría y unos trozos de pan.

El perro la miró y le dosificó con cautela comida y agua. Nunca antes los subtítulos habían sabido tan bien.

La niña revisó la herida del tío y luego se dispuso a añadir. “No tengas miedo, yo te ayudaré”, dijo con voz suave. El perro debe entender sus palabras y acurrucarse en sus brazos como si buscara protección.

Con alta infección e infestación parasitaria/sarna en la piel, anemia severa, traumatismo previo en los huesos de la cadera y el fémur y fractura en una pierna.

Con ojos color cereza que le dificultaban ver, Lucky se encontró incapaz de mover sus patas traseras.

 

“No podía dejar de llorar cuando vi su condición y recordé cómo era cuando lo rescatamos. Lo bañé y le di masajes y terapia/ejercicios”.

 

 

“Le estamos dando suplementos para huesos y articulaciones, además de masajes y terapia. Primero debemos fortalecerlo y estabilizarlo antes de someterlo a una cirugía de ojo de cereza y castración”.

Ahora tiene más movilidad y sus ojos ya no están hinchados. Con la excepción de algunas motas parecidas a la arena, su piel ahora es clara y rosada.

 

A pesar de su calvicie, nota la diferencia en sus fotografías más recientes.

“Pudimos comprar una silla de ruedas ajustable improvisada para Lucky. Más ejercicio y terapia, como natación, y Lucky podría volver a ponerse de pie y caminar a cuatro patas (¡espero y rezo!)”.

 

La niña llevó al perro a casa y lo llamó Lucky. Llevó a Lucky al veterinario, le trató la herida y lo cuidó. Poco a poco, Luck se volvió más saludable, su herida sanó y su pelaje blanco volvió. Más importante aún, Lucky encontró un hogar, fue amado y protegido.

Lucky siempre está con la chica. Él la seguía a todas partes, su cola de caballo brillaba cada vez que ella llegaba a casa. Sus ojos ya no estaban tristes, sino llenos de felicidad. El amor de una niña curada se puede determinar entre el alma.

 

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