Desplázate hacia abajo para ver el vídeo.
En un pantano húmedo, escondida a la sombra de un follaje de color verde intenso, una enorme anaconda acechaba a su presa.
El espacio tranquilo solo dejaba el sonido de las ranas croando mezclado con el sonido del agua agitada por criaturas que buscaban comida. Un cerdo de agua, inconsciente del peligro que se avecinaba, escarbó diligentemente en el barro en busca de flores de lenteja de agua.
De repente, esa paz se rompió cuando una pitón gigante salió corriendo de su escondite.
Abrió su gran boca, revelando una serie de dientes afilados, y rápidamente se envolvió con fuerza alrededor del cerdo de agua.
Las luchas de la presa hacen que el peso de las espirales se apriete más, extinguiendo lentamente toda vida.
El cerdo de agua intentó escapar, pero la fuerza de la pitón era demasiado grande para resistir.
Las espirales de la pitón se tensaron, sofocando el aliento del cerdo de agua. El último gemido de la presa resonó lúgubremente en el espacio pantanoso.
Después de asegurarse de que su presa ya no podía resistir, la pitón abrió lentamente la boca, con el objetivo de tragarse al cerdo de agua.
El abdomen de la pitón se hincha lentamente, reflejando la forma de su presa tragada.
Finalmente, solo quedó el inquietante silencio del final de la fiesta, y la pitón regresó a su escondite, esperando la siguiente comida.