Mirar: Un leopardo trepa a las copas de los árboles para agarrar a un águila de su nido.
Los leopardos son uno de los depredadores más versátiles de África y han demostrado en innumerables ocasiones que son los grandes felinos por excelencia. Al llevar un estilo de vida solitario, los felinos manchados se han convertido en cazadores estratégicos que acechan y emboscan sigilosamente a sus presas. La caza de leopardos suele estar cuidadosamente orquestada y planificada meticulosamente, pero a veces la presa es tan buena como un blanco fácil o, en este caso, un águila anidada.
Recientemente, en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, la cámara capturó a un leopardo arrebatando un polluelo de águila leonada de su nido. La caza no fue tan sencilla como parece, ya que el gran felino tuvo que subir a una altura increíblemente peligrosa para recuperar al desventurado polluelo. Las imágenes de la atrevida caza, filmadas por los entusiastas de la vida silvestre Ally Bradfield y su esposo, revelan al leopardo saltando cuidadosamente de rama en rama antes de finalmente agarrar al polluelo que luchaba por su elevado hogar.
“En nuestras vacaciones anuales de invierno en Kruger, nos quedamos en Satara y condujimos por la mañana por la S41. Justo antes de la presa de Gudzani, notamos que un automóvil se había detenido y miraba un árbol a unos 70 metros de la carretera”, explicó Ally Bradfield a Latest Sightings. “¡Al reducir la velocidad para ver qué estaba pasando, vimos una forma grande moviéndose en el nido en la cima del árbol! También vimos un ave de rapiña bombardeando el nido, así que tomamos los binoculares y no podíamos creer lo que estábamos viendo. ¡Un leopardo en el nido!
Los leopardos son trepadores extraordinarios, a menudo trepan a los árboles para escapar de los depredadores, esconden presas y, ocasionalmente, toman un respiro del ardiente sol africano. Esta es una noticia desafortunada para aves como el águila leonada que utilizan las copas de los árboles para construir sus nidos. Cada año, las hembras de la especie ponen de uno a tres huevos en la desordenada maraña de palos (y esperan que los leopardos no aparezcan en busca de una comida fácil). Al igual que los leopardos, las águilas leonadas tienen una dieta diversa. Sus poderosas garras y una amplia envergadura de setenta y dos pulgadas les ayudan a enfrentarse a una variedad de presas, desde mamíferos como liebres y otros pequeños mamíferos hasta reptiles como lagartos y peces. Las águilas leonadas también son conocidas practicantes del cleptoparasitismo: robar presas a otros depredadores.