Momento conmovedor: el perro del refugio se queda dormido sonriendo, sonriendo alegremente y contento, cuando finalmente es rescatado por su querida familia.bd2

 

En el mundo del rescate de animales, cada historia de éxito es motivo de celebración.

PeTey, un joven con un mundo de amor para dar, llegó a la SPCA del condado de Wake después de un viaje desafiante desde un refugio de alto consumo en Carolina del Norte.

El equipo de SPCA Wake Coᴜnty reconoció el potencial de Petey y estaba decidido a encontrarle una familia que lo apreciara para siempre.

Con esperanza renovada y un sentido de propósito, la SPCA del condado de Wake decidió compartir la historia y las fotografías de Petey con el mundo. Creían que al darle más exposición, podrían aumentar sus posibilidades de encontrar un hogar amoroso. La encantadora personalidad de Petey brillaba en las imágenes y sus ojos expresivos parecían transmitir su anhelo de tener una familia propia.

Sus esfuerzos no fueron en vano.

Con corazones llenos de esperanza y emoción, esta amorosa familia le dio la bienvenida a Petey a su hogar.

Su nueva familia compartió imágenes conmovedoras de Petey, mostrándolo acurrucado con su nuevo ser humano y jugando con su hermano peludo. Sin embargo, una fotografía capturó un momento que tocó los corazones de todos los que habían seguido el viaje de Petey: una imagen de Petey, acostado sobre una manta suave, con una sonrisa radiante y de satisfacción.

La publicación del refugio en Facebook lo reveló con precisión: “es la sonrisa de un perro que sabe que está en casa”.

La transición de Petey a su nueva vida fue perfecta y rápidamente se adaptó a su entorno. Disfrutaba de las comodidades de un hogar amoroso, incluida la alegría de dormir en una cama acogedora, jugar a la pelota y explorar el jardín de la familia. Petey también descubrió una nueva fuente de felicidad: jugar con su nuevo hermano canino y cualquier otro perro que encontrara.

En palabras de su nueva familia, “Petey se está adaptando maravillosamente a su nuevo hogar. Le gusta dormir en la cama, ir a buscar objetos y olfatear el jardín. Y le encanta jugar con su nuevo hermano y cualquier otro compañero canino que encuentre.

El viaje de Petey desde ser residente de un refugio a largo plazo hasta encontrar una familia amorosa ilustra el profundo impacto que la adopción puede tener en la vida de un perro.