Mucha gente piensa que los pitbulls no son una raza adecuada para adoptar.
Esto ha hecho que muchas personas ni siquiera quieran considerar la opción de adoptar un pit bull, abandonando a menudo a estos pobres perros a su suerte.
Afortunadamente, no todo el mundo piensa así y la mujer Caitlyn lo demuestra.
Sin pensarlo mucho, decidió dar un hogar a un pitbull.
Cambió su vida para siempre.
Un comienzo triste
Un día, Caitlyn conoció a una perra llamada Liv.
Liv fue encontrada como perra callejera y estaba baja de peso, tenía el vientre caído debido a una cría exesiva y las orejas dobladas hacia atrás por un recorte fallido.
Debido al embargo, Caitlyn vio algo especial en los ojos tristes de Liv.
“Esta dulce niña aún necesita algo de tiempo para adaptarse. Es muy asustadiza y nerviosa, pero le encanta sentarse en mi regazo y, literalmente, ¡me coge de la mano todo el kia!”. – Caitlyn dice.
Su transformación.
Caitlyn ya tenía un pit bull llamado Tater Tot. Aun así, no pudo resistirse al encanto de Liv y decidió adoptarla.
“Baby Liv puede ser pequeña, pero tiene un corazón ENORME”. – dijo Caitlyn.
Adaptarse no fue fácil para Liv, pero Tater Tot apoyó un papel crucial.
Liv sólo salía a pasear cuando Tater Tot iba con ella.
Los dos pitbulls, ambos rescatados, formaron un vínculo único e irrempible.
Fue amor a primera vista y pronto Liv y Tot no pudieron separarse.
A pesar de que Liv quedó en una casa de acogida, era una parte esencial de la familia.
Caitlyn decidió adoptarla y le puso un nuevo nombre: Sweet Pea.
Recuperación y floración de Sweet Pea
Sweet Pea se sometió a varias intervenciones quirúrgicas, incluida la curación de una herida muy visible en la cara.
A pesar de su difícil pasado, Sweet Pea se convirtió en una perra cariñosa y afectuosa.
“Hasta el día de hoy, no va de excursión a menos que seamos tres”. – Dijo Caitlyn.
Lazos familiares y rutinas
El trío, Caitlyn, Tater Tot y Sweet Pea, eran inseparables.
Visitaron a la madre de Caitlyn en el trabajo, donde Sweet Pea jugó con Tater Tot y se mantuvo protectora junto a su familia.
Este cariñoso trío iba a menudo a visitar a la madre de Caitlyn a su trabajo, donde había un gran campo en el que los perros podían jugar.
A continuación, Sweet Pea jugaba un rato con su hermano antes de colocarse de forma protectora junto a su madre o su abuela.
Incluso sin correa, nunca se alejaba de su familia.
Este pit bull negro demostró al mundo entero que el amor es más fuerte que cualquier prejuicio o estereotipo y que al final siempre vence.
Sólo tienes que encontrar a las personas adecuadas.