Una historia reimaginada muestra que las legendarias minas del Rey Salomón, supuestamente origen de un vasto tesoro valorado en más de 2,3 billones de libras esterlinas (3 billones de dólares), son solo un ‘mito perfecto’.
Se dice que este rey del Antiguo Testamento acumuló 500 toneladas de oro puro de minas que algunos aún creen que existen y que todavía están llenas de oro.
El arqueólogo francés Pierre Montet descubrió un tesoro escondido de bienes de antigüedades saqueados en el tumba de Tanis (en la foto), que el historiador bíblico Ralph Ellis cree que fueron la base de las legendarias Minas del Rey Salomón.
Sin embargo, ahora, un experto británico afirma que la supuesta fuente de la riqueza increíble de Salomón en realidad nunca existió.
A solid silver sarcophogus, which is part of the treasure trove found at Tanis and now on display at the Cairo Museum
Además, sugiere que Salomón podría no haber sido el rey de Israel, sino en realidad un faraón egipcio, cuya historia ha sido malinterpretada.
¿Podría este ser el verdadero rostro del Rey Salomón? El Sr. Ellis cree que Salomón era en realidad Shoshenq I, quien gobernó un imperio tan extenso como Egipto e Israel a finales del siglo X antes de Cristo.
El historiador y autor británico, Ralph Ellis, cree que el verdadero Rey Salomón fue el faraón Shoshenq I, que gobernó Egipto e Israel a finales del siglo X antes de Cristo.
Ellis describe la búsqueda de las minas de oro de Salomón como “bañarse en la Fuente de la Juventud” – un mítico manantial que se dice restaura la juventud a quien beba de sus aguas.
Dedicó 20 años a investigar la historia de Salomón, contada en los libros de Reyes y Crónicas del Antiguo Testamento, en busca de las míticas minas.
Pero Ellis dice que estas historias sobre una riqueza asombrosa podrían ser un ‘completo malentendido’ de los textos históricos.
Señala que, aunque hay ‘verdad’ en la historia de la inmensa riqueza de Salomón, ha sido en gran parte distorsionada y ocultada por los autores bíblicos.
Su investigación, iniciada en 1997, “muestra claramente” que Salomón no fue un rey rico de Israel, sino realmente un poderoso y respetado faraón egipcio.
Ellis cree que los reyes vecinos saquearon las tumbas reales en el Valle de los Reyes de Egipto y ofrecieron sus riquezas a Salomón como ‘tributos’ para prevenir invasiones.
Explica además que, mientras que muchos arqueólogos israelíes podrían no querer escuchar tales revelaciones por razones políticas y culturales, esta nueva interpretación tiene sentido para las enigmáticas historias de la Biblia.
Ellis sugiere que, si su teoría es correcta, el tesoro de Salomón podría encontrarse fácilmente en el Museo Egipcio en El Cairo, donde actualmente se exhiben muchos artefactos de esa época.